Apaga y vámonos
- Yolanda Cruz López
- hace 15 minutos
- 3 Min. de lectura
«La banalización mediática de ciertos asuntos que nos afectan a todos en esta bendita provincia es digna de estudio»
Miercoles, 23 de abril 2025. EL IDEAL

¿Qué le ha pasado a Almería? Nuestro parque natural Cabo de Gata- Níjar, ya hace tiempo que dejó de ser el, con mayúsculas, escenario cinematográfico que nos sacaría del olvido y la ruina, para convertirse en el destino turístico de las troupes, refugio de escritores y rinconcito de políticos, mientras se esfumaban de la mano la esperanza de que nuestro aeropuerto nos abriera las puertas al mundo y los estudios cinematográficos que no llegaron nunca. Para ojos avezados, cualquier noche de estío en los garitos costeros de toda la vida habría dado más portadas que los posados de Ana Obregón en Mallorca. En la barriada nijareña de San José, las rotondas se multiplicaron como setas, al ritmo que se reducía al mínimo el acceso algunas de nuestras playas, a fin de incentivar el uso del transporte colectivo por aquello de la preservación, pero vamos que si hay que llegar a alguna de las fincas de acogida de bodas, bautizos y comuniones del paraje, ahí el bus, hacer falta parece que no hace falta, porque ni los ruidos, ni los neumáticos, ni los gases, dañan la fauna y la flora, según hacía donde una se dirija. Por suerte, soy de las que aprecian las caminatas y hasta me alegro de tener que dejar el coche en el pueblo para acercarme a los Genoveses andando, respirando el paisaje y disfrutando de sus volubles colores.
Gracias a una iniciativa solidaria, se han recogido en las playas del parque casi 500 kilos de residuos y 280 bidones de combustible. El ayuntamiento de Níjar ha manifestado su alarma ante los medios, debido a la proliferación de narcolanchas en nuestras paradisíacas costas, y, en pleno, ha acordado solicitar al Gobierno de España soluciones ante la carencia de recursos de la Guardia Civil para hacer frente tanto a la narcolanchas como a las pateras. Vamos, que se acerca el verano, y ninguno queremos que Almería esté en boca de todos por el estado de sus costas. Del estado del Puche, tampoco hay que preocuparse mucho porque total, quién lee los informes de seguridad, o si alguien los lee, cómo lo hace porque como yo los he escuchado en una emisora local, parece que se trata de una chiste, la banalización mediática de ciertos asuntos que nos afectan a todos en esta bendita provincia es digna de estudio.
A finales de año, nuestro Puche, según informe del Ministerio del Interior, era el tercer barrio más conflictivo de España en cuanto a violencia callejera, esto es, delitos de hurto, narcotráfico o violencia organizada. Según el Balance de Criminalidad elaborado por Interior (2024), la tasa de criminalidad en nuestra provincia había aumentado en un 2'5%, solo en materia de ciberdelincuencia, cerca de 6000 infracciones penales.
El 28 de abril España se apagó, no se sabe por qué, opiniones y teorías de todo tipo inundan las redes sociales, el agosto de los populismos. Pero entre esa amalgama de propuestas explicativas, salvo la información local del martes 29, ninguna alusión a nuestro puesto en la cola, ni a qué Pulpí fue el último municipio español en recuperar la luz. ¿Por qué? ¿indolencia? ¿conformismo? ¿qué pasa en Almería?