«Entre los rasgos comunes a las diferentes regiones, una de las más destacadas es la de la colocación de los altares »
Viernes, 3 de noviembre 2023.
Una de las tradiciones para conmemorar a los difuntos más reconocida a nivel mundial es la tradición mexicana, sin embargo lejos de lo que pudiera creerse, si bien la intención es la de recordar y homenajear a los difuntos desde la alegrÃa de la invitación para reecontrarse de algún modo entre uno y otro mundo, la tradición mantiene peculiaridades en diversos puntos del paÃs.
AquÃ, en España, tras años de lucha en desventaja contra Halloween, la adaptación norteamericana del fin de año celta, el Sauin, la tradición o lo que queda de ella limita la celebración a las fechas del 1 de noviembre, Dia de todos los santos, y el 2 dÃa de los fieles difuntos. Se trata de una tradición que se remonta a la iglesia primitiva y que tiene su origen en la conmemoración de la muerte de los mártires en el mismo lugar del martirio, y posteriormente, el Papa Gregorio IV fijo la fecha en el 1 de noviembre. ¿Cómo lo celebramos? Pues llevando flores al cementerio el dÃa 1 y degustando algún dulce tÃpico como los huesos de santo o los buñuelos. Aunque con dulces o no, siempre se recuerda desde la tristeza, seguramente, por esa relación tan dramática que los mediterráneos mantenemos con la muerte.
Volvamos a México, desde finales de octubre sus calles se visten de naranja, las flores de cempasúchil, que aquà conocemos por tajetes, dan colorido a jardines y altares. Las celebraciones comienzan el 27 de octubre, dÃa en el que las mascotas vuelven del más allá.
EL 28 de octubre se enciende la primera vela, acompañada de algunas flores blancas, para recibir a las ánimas solas. El 29, una segunda vela junto a la que se coloca un vaso de agua para los difuntos olvidados y desamparados, el 30, otra vela, el vaso de agua y un pan blanco para los difuntos que se fueron sin comer o los que sufrieron un accidente, el 31 una vela, agua, pan y frutas para los muertos de los muertos, para los y las abuelas y bisabuelas. El dÃa 1 de noviembre es el dÃa de todos los santos y a mediodÃa llegan quienes fallecieron siendo niños y se les ponen dulces y juguetes, el 2 es el dÃa de los fieles difuntos, ese dÃa se coloca toda la comida, especialmente aquella que era la favorita de los muertos a quienes recordamos, se quema incienso de palo santo y se les guÃa con una camino de pétalos de flores y el 3 de noviembre se quema la última vela blanca, se quema palo santo y se les pide a los difuntos que regresen el próximo año.
El origen se encuentra en las conmemoraciones prehispánicas de las tribus indÃgenas a sus
muertos, con el tiempo unida a la celebración de rituales católicos. AsÃ, los mexicas, mixtecas, texcocános, zapotecas, Clascaltecas, totonacas y otros pueblos originarios, adaptaron sus celebraciones a las fechas del calendario cristiano.
Entre los rasgos comunes a las diferentes regiones, una de las más destacadas es la de la colocación de los altares y en ellos, pétalos de tajetes, velas y platos de comida como el pan de muerto. También quemar incienso de copal, también conocido como palosanto, ya que su humo se considera el alimento de las divinidades celestes, siete platos con mole negro con siete platos de tortitas, tamales, café, imágenes de los santos y de los difuntos.
También es común la decoración de las tumbas y los cementerios que se llenan de flores y
de velas, incluso muchas familias colocan ofrendas a lo largo del camino que se extiende entre sus casas y el cementerio.
Y entre las particularidades por zonas: en Aguascalientes se celebra el festival de las calaveras en homenaje a José Guadalupe Posada, el creador de la Catrina; el Guanajuato, el 1 de noviembre se celebra el Desfile de Catrinas. En Oaxaca, los altares se adornan con un mantel blanco en escalones, dejando el primero para los abuelos y adultos. En San Luis de PotosÃ, se vela a los muertos en el cementerio el 1 de noviembre y el 2 se llevan las ofrendas a los panteones porque según la creencia de esa región, los difuntos permanecen en el mundo de los vivos durante todo el mes.
Esta tradición fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2008